• España mantiene la última posición del ranking europeo en el indicador global de electro-movilidad, con un crecimiento de 0,9 puntos, mientras que la media europea aumenta 4 puntos
  • Las infraestructuras de recarga registran un leve aumento en el segundo trimestre, con apenas 272 nuevos puntos de recarga públicos instalados

Madrid, 16 de septiembre de 2020. España se mantiene a la cola de Europa en electro-movilidad, tal y como se desprende del Barómetro de la Electro-Movilidad* Segundo Trimestre de ANFAC. En los seis primeros meses del año, España solo ha crecido nueve décimas en el indicador global de electro-movilidad (que valora la penetración de vehículos electrificados y la instalación de infraestructuras de recarga) con una valoración de 17,1 puntos sobre 100. Esta calificación está muy por debajo de la media de la UE-14 que se sitúa en 34 puntos sobre 100, con un crecimiento de cuatro puntos en el segundo trimestre. “La demanda de electro-movilidad está creciendo, con una oferta disponible de modelos cada vez más amplia pero es necesaria una dotación mayor para las ayudas a la compra, y convertir la instalación masiva de infraestructuras de recarga en un proyecto de país, para que se desarrolle al nivel que necesitan los objetivos de descarbonización del parque en 2050”, afirmó José López-Tafall, director general de ANFAC.

En el ámbito nacional, Cataluña y Madrid se sitúan en cabeza del ranking del indicador global de electro-movilidad, con 24,2 y 21,1 puntos respectivamente sobre 100. Cabe destacar que el País Vasco (18,1 puntos) alcanza la tercera posición, en detrimento de Asturias que pierde más de cuatro puntos en el segundo trimestre, derivado principalmente por el estancamiento en el número de estaciones de carga rápida, que ha provocado una caída de más de seis puntos en el indicador de infraestructura de recarga. Es necesario esperar a los datos del tercer y cuarto trimestre para determinar qué impacto está teniendo el MOVES II en este indicador y cómo su aprobación más o menos ágil por Comunidades tiene una influencia en estas comercializaciones.

PENETRACIÓN DE VEHÍCULO ELECTRIFICADO

En este segundo trimestre de 2020, a pesar del crecimiento de nueve décimas, que le ha permitido alcanzar una puntuación de 18,5 puntos sobre 100, España ha perdido una posición dentro del ranking europeo de penetración de vehículo electrificado, a favor de Italia. Esto sitúa a España en la penúltima posición, solo por encima de República Checa y manteniendo niveles muy bajos de penetración. El segundo trimestre se ha visto condicionado por la caída de ventas causadas por la crisis del COVID-19. Y pese a que, tras la reapertura de los mercados, los vehículos electrificados han ido recuperando progresivamente el ritmo de demanda, España no ha logrado alcanzar el ritmo de crecimiento de los países europeos, que obtienen una media de 39 puntos sobre 100 en la UE-14, casi seis puntos más que en el periodo anterior.

En el marco nacional, todas las Comunidades Autónomas han obtenido un crecimiento respecto al periodo anterior, a excepción de Asturias, Ceuta y Melilla. El ranking nacional sigue encabezado por Madrid (25,8 puntos) y Cataluña (22,2 puntos), seguidos por Castilla-La Mancha y Cantabria que, con un aumento de dos puntos en el ranking, son las regiones que mayor crecimiento han registrado en el indicador de penetración de vehículo electrificado.

DESARROLLO DE INFRAESTRUCTURAS DE RECARGA

El avance en materia de desarrollo de infraestructuras de recarga se muestra claramente insuficiente en el segundo trimestre de 2020 y esta ralentización mantiene a España en la última posición del ranking europeo. Solo crece 9 décimas y alcanza los 15,7 puntos sobre 100, lo que aumenta la brecha de diferencia en 13 puntos respecto a la media de la UE-14, que registra 28,9 puntos. España necesita reforzar el fomento de la instalación de puntos de recarga, como se está realizando en otros países de Europa, donde cabe destacar a Noruega (173,5 puntos) que encabeza el ranking europeo y crece más de 20 puntos en este último trimestre o Hungría que sube hasta la cuarta posición gracias al aumento de infraestructura de recarga rápida.

Respecto al despliegue en las comunidades autónomas, Asturias pierde la primera posición del ranking con un decrecimiento de más de 5 puntos, y en su lugar Cataluña recupera la cabeza de la tabla con 26,2 puntos sobre 100, seguidos de Aragón y País Vasco que son las tres únicas regiones que logran un cumplimento por encima de los 20 puntos.

En este último trimestre, España apenas ha registrado 272 nuevos puntos de recarga públicos, alcanzando una infraestructura de recarga pública total de 7.879 puntos. El ritmo de crecimiento de electro-movilidad en España es insuficiente y todavía muy inferior al de otros países, tal y como demuestra el barómetro de electro-movilidad de ANFAC. Esto evidencia la necesidad de poner en marcha las medidas establecidas y consensuadas en el Plan de Impulso a la Cadena de Valor del Sector de Automoción para acelerar la infraestructura de recarga, tanto en vías interurbanas y vías urbanas, eliminar las trabas administrativas y permitir, de esta manera, que el aumento de demanda de vehículos eléctricos se consolide. Debemos seguir avanzando hacia una mayor electrificación del parque automovilístico español al igual que están realizando otros países del entorno europeo, como Italia, Francia o Alemania.

BARÓMETRO ANFAC DE LA ELECTRO-MOVILIDAD

*El Barómetro ANFAC de la Electro-movilidad pretende, de manera trimestral, analizar la evolución de España y sus comunidades autónomas en penetración de vehículos electrificados y eléctricos puros, así como el nivel de desarrollo de las infraestructuras de recarga. Este barómetro es un índice (con base 100) que valora el nivel de cumplimiento de los territorios de diferentes objetivos tales como: alcanzar un 10% de cuota de mercado de vehículo electrificado; conseguir un 70% de penetración de vehículo puro respecto de vehículo electrificado; el volumen necesario de puntos de recarga para lograr este objetivo (3,3 puntos por cada 1.000 personas en edad motorizable) y que el 30% de estas infraestructuras sean de recarga rápida o superrápida. Con estos elementos, se realiza una valoración, siendo el nivel o valor 100, el total cumplimiento de estos objetivos. En esta escala y en función de los diferentes grados de alcance de los objetivos, se da un valor o nivel a cada territorio.