Autor: José Vicente de los Mozos, presidente de ANFAC
Esta tribuna se publicó en la revista FORBES el 10 de enero de 2022

Para analizar los retos de la industria de la automoción de cara a 2022, es imprescindible partir de la base de que el sector enfrenta la necesaria recuperación del mercado a la vez que aborda su transformación a la movilidad del futuro. En un mes, dejaremos atrás un año marcado de nuevo, por la pandemia y la inestabilidad económica subsiguiente, a la que se ha sumado la escasez global de semiconductores. Ambos factores, imprevisibles, están afectando seriamente al ritmo de producción de vehículos y han provocado caídas superiores al 30% en las matriculaciones. Las previsiones que manejamos señalan, de este modo, que no alcanzaremos las cifras de recuperación previas a la pandemia hasta al menos finales del 2022.

Sin embargo, estos factores, que no dejan de ser coyunturales, no han paralizado la transformación en la que se encuentra el sector hacia la movilidad del futuro. Nuestro compromiso (y ya lo estamos cumpliendo) es liderar la nueva movilidad sostenible, accesible, eficiente e inteligente, marcada por los objetivos de descarbonización y digitalización europeos, los mismos que vertebran nuestra hoja de ruta Plan AUTO 2020-40. En este sentido y para avanzar en esta senda, desde ANFAC llevamos años apostando por trabajar en dos ejes fundamentales: el impulso de la descarbonización y la renovación del parque.

«Nuestro compromiso (y ya lo estamos cumpliendo) es liderar la nueva movilidad sostenible, accesible, eficiente e inteligente, marcada por los objetivos de descarbonización y la digitalización europeos»

José Vicente de los Mozos

Para avanzar en la descarbonización en 2022 seguiremos trabajando por uno de nuestros principales focos, la implantación del vehículo eléctrico y el desarrollo de infraestructuras de recarga de acceso público. Tenemos el objetivo de alcanzar los 5 millones de vehículos electrificados en parque en 2030, tal y como marca el Plan Nacional Integral de Energía y Clima y la Ley de Cambio Climático para 2030. Para lograrlo, desde ANFAC hemos desarrollado 16 medidas para acelerar la instalación de las infraestructuras en el territorio, un mapa nacional y una metodología que ha de ayudar al despliegue. Y este esfuerzo lo hemos hecho también extensivo al hidrógeno verde. En 2022, seguiremos aportando propuestas constructivas que, con el apoyo de la Administración, permitan acelerar la penetración del vehículo electrificado en el parque y el mercado.

Pero no hay que olvidar que nuestro país cuenta con uno de los parques automovilísticos más envejecidos de Europa, con una media de 13,1 años de antigüedad. Este proceso de envejecimiento va en contra de nuestros objetivos tanto de descarbonización como de conectividad y de seguridad. Matemáticamente es una evidencia que son los vehículos de mayor antigüedad son los mayores emisores, tanto de CO2 como de NOx y partículas, y que el éxito de una política de descarbonización se basa en renovar el parque. Y a similares conclusiones se llega si se desea reducir la siniestralidad, o aumentar la conectividad: son los nuevos vehículos, de todas las tecnologías, los que aportan esas ventajas. Es por eso que uno de nuestros mayores retos en 2022 será conseguir una nueva fiscalidad que grave el uso, pero no la compra, pues mantener barreras de entrada a la renovación es contrario a conseguir nuestros grandes objetivos como sociedad.

«La industria de la automoción es una joya de la economía española y un gran generador de empleo, y su transformación tiene que ser un proyecto-país que impulse no solo a este sector sino a todos los sectores económicos asociados a la movilidad»

José Vicente de los Mozos

Obviamente tendremos nuevos obstáculos coyunturales el año que viene. El incremento de los precios de la electricidad, que afecta a la competitividad de la industria, los cuellos de botella en la logística y el aumento del precio de las materias primas, la incertidumbre sobre la pandemia y la incertidumbre económica. El escenario es complejo, pero no por ello vamos a dejar de avanzar. La industria de la automoción es una joya de la economía española y un gran generador de empleo, y su transformación tiene que ser un proyecto-país que impulse no solo a este sector sino a todos los sectores económicos asociados a la movilidad. Los fabricantes estamos trabajando duro, invirtiendo en innovación y producto para poner los nuevos automóviles en el mercado, y también proponiendo medidas concretas y constructivas. Ahora, entre todos tenemos que empujar la recuperación y la transformación.

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