Autor: José Vicente de los Mozos, presidente de ANFAC

Esta Tribuna se publicó en ABC en abril de 2020

España está atravesando uno de los momentos más complicados de su historia, con la grave crisis sanitaria y social que está produciendo el COVID19. Es innegable que va a determinar el futuro en muchos ámbitos, y el económico va a ser uno de los que más sufra. El sector de la automoción como importante motor de la industria española también sufrirá las consecuencias, sobre las cuáles es necesario que actuemos cuanto antes para reducir su impacto.

La industria de la automoción en España representa el 10% del PIB y el 9% del empleo, dos factores que reflejan la incidencia de esta crisis en una industria que, desde el decreto del estado de alarma, y por responsabilidad con sus trabajadores, decidió paralizar su actividad en sus 17 fábricas ubicadas en España. Esto ha conllevado un descenso del 69% en las matriculaciones en marzo y que se hayan dejado de fabricar cerca 157.000 vehículos.

« Lo que hoy es una crisis humana y sanitaria puede convertirse en una desgracia económica y social, y tenemos la responsabilidad de evitarlo colaborando con el Gobierno para minimizar el impacto en la economía y en el sector »

Estamos ante una situación única y ante la cuál debemos de empezar actuar de inmediato para enfrentar el día después. Lo que hoy es una crisis humana y sanitaria puede convertirse en una desgracia económica y social, y tenemos la responsabilidad de evitarlo colaborando con el Gobierno para minimizar el impacto en la economía y en el sector, que va a ser de por sí muy grave. Este año se planteaba como un año de grandes retos para la automoción, con la transición progresiva hacia el vehículo electrificado y la necesidad de atraer nuevas inversiones y adjudicaciones de modelos a nuestro país, pero el COVID19 abre un nuevo escenario en el que, sin perder de vista los objetivos, tendremos que implantar medidas de choque que permitan recuperar cuanto antes la actividad industrial y el mercado, donde la reducción de las ventas rondará el 30% en el conjunto del año. Nuestro sector es además tractor para muchos otros sectores industriales (como parte del metal, químico, transporte…), y su recuperación es una condición necesaria para la recuperación global del tejido productivo.

Para recuperar la actividad, ANFAC ha trabajado ya sobre unos protocolos rápidos para el reinicio de la actividad productiva en condiciones de seguridad máximas para los trabajadores. Unos protocolos, acordados con los líderes sindicales, que nos van a permitir, en cuanto se abra la posibilidad del reinicio de la actividad, poner en marcha nuestras fábricas de nuevo y recuperar tracción productiva. Estamos pensando en el día después.

« Es necesario trabajar desde ya, junto a gobierno y administraciones, en un plan de choque nacional para el estímulo de la demanda »

Pero este reinicio no es suficiente. Por un lado, la crisis añade incertidumbre entre los consumidores sobre su futura situación económica y laboral, lo que no beneficia a las ventas de vehículos. La prioridad de los usuarios no va a ser comprar un coche. Es necesario trabajar desde ya, junto a gobierno y administraciones, en un plan de choque nacional para el estímulo de la demanda, enfocado en la renovación del parque y sin perder de vista nuestros objetivos medioambientales. Por otro lado, siguen siendo necesarias más medidas de flexibilidad laboral y de liquidez para las empresas, ayudas potentes a la inversión y al reinicio de la actividad y medidas para agilizar la logística.

« No debemos de ser innovadores, debemos de ser eficaces y para esto, la colaboración público-privada es fundamental »

Es fundamental, una mayor coordinación y ser más ágiles. No debemos de ser innovadores, debemos de ser eficaces y para esto, la colaboración público-privada es fundamental. El resto de los países ya se están preparando y no podemos perder nuestra posición competitiva. No tenemos que ser alarmistas, pero estamos en una situación seria que nos obliga a actuar de inmediato y comenzar a trabajar ya en el día después.