Tribuna de José López- Tafall, director general de ANFAC, publicada en Ejecutivos, el 1 de febrero de 2023
El sector de la automoción y su industria están plenamente comprometidos con los objetivos de descarbonización que marca la Unión Europea y aceptan el reto de transformar por completo su tecnología y modelo de negocio. En solo 13 años, se pasará de un modelo de venta de vehículos de combustión a los automóviles cero emisiones.
Todos los grupos automovilísticos han anunciado su compromiso de cumplir con la obligatoriedad de vender vehículos no contaminantes, en su mayoría eléctricos de batería, desde el 1 de enero de 2035 como exige la Unión Europea y el Gobierno español.
Este compromiso es más exigente para España dado que somos el segundo país productor de automóviles de Europa y noveno mundial. Si queremos seguir siéndolo y convertirnos en un hub de la electromovilidad en Europa más allá de 2035, no podemos perder 2023, ni 2024, ni 2025. Para llegar a las cero emisiones de 2035 urge tomar medidas que aceleren la venta de vehículos electrificados (eléctricos puros e híbridos enchufables).
«Somos el segundo país productor de automóviles de Europa y noveno mundial, no podemos perder 2023, ni 2024, ni 2025, si queremos seguir siéndolo»
José López-Tafall
En 2022 la cuota de mercado de este tipo de vehículos en Europa se acerca al 20%. Países como Alemania, Francia o incluso Portugal, entre otros, superan esa cota. Pero España cerró en el 9,6%: existe una brecha de más de 10 puntos. Y los datos indican que Europa se electrifica a dos velocidades y, por desgracia, nuestro país está en la más lenta.
Es necesario actuar ya. A este ritmo de venta de electrificados no vamos a cumplir los objetivos de reducción de emisiones. Las marcas de automóviles han puesto en el mercado ya más de 200 variantes de modelos híbridos enchufables y 100% eléctricos. Existe la oferta. Cierto es que los precios son más elevados que sus modelos equivalentes de combustión o híbridos convencionales. He aquí la importancia de las ayudas públicas. El ciudadano y las empresas necesitan percibir que comprar un vehículo electrificado no sólo reduce emisiones, sino que le resulta sostenible para sus cuentas, fácil de comprar y, por tanto, sencillo de realizar la transición hacia un vehículo de bajas o nulas emisiones.
Por eso, desde ANFAC le hemos propuesto al Gobierno que más que subvenciones los incentivos a la compra de vehículos electrificados sean ayudas directas sin que sean tributables en el IRPF. Así ocurre en la mayoría de los países europeos donde las ayudas a la compra no tributan.
«Desde ANFAC hemos propuesto al Gobierno ayudas directas que incentiven la compra al vehículo electrificado»
José López-Tafall
Además, las empresas en España no tienen prácticamente apoyos fiscales para cambiar sus flotas de combustión por unas electrificadas, como sí sucede en los países con los que competimos. Por ejemplo, la deducción del [JLT1] IVA en la compra de vehículos electrificados que aplica Portugal, mejorar el tratamiento de la retribución en especie por disfrute de vehículos electrificados (como Alemania) o recuperar la deducción en el Impuesto de Sociedades, que tienen incluso algunas CCAA en España, son alguna de las medidas que ya existen y que ANFAC demanda.
El sector del automóvil acepta el reto, y también las urgencias. Pero ahora es necesaria la misma implicación, y las mismas urgencias, del resto del ecosistema de la nueva movilidad. España no cuenta con una red de infraestructura de puntos públicos de recarga rápida suficiente. Es una cuestión de Estado. Tenemos 17.000 postes y deberíamos contar ya con 45.000. Y ocho de cada 10 son de carga lenta. El Gobierno debe marcar objetivos vinculantes y anuales en el impulso de la infraestructura de recarga rápida, como base mínima para saber si vamos bien, o no, en el tránsito al uso de turismos y vehículos de mercancías cero emisiones.
Tampoco existe una base de datos pública en la que estén registrados todos los puntos de carga públicos existentes. Estaba previsto que este mapeo estuviera hecho para mayo de 2022 y no se ha hecho: hemos de arreglarlo. Y poner en marcha medidas específicas para el despliegue de puntos de recarga ultrarrápidos, como acaba de hacer Alemania. Y estas son sólo algunas de las medidas que hemos presentado en nuestra Hoja de Ruta 2023-2025.
Palos en la rueda
Circulamos por el carril lento hacia la electrificación. Pero, además la llegada de una nueva propuesta de la Comisión Europea para emisiones, la normativa Euro 7, puede representar un nuevo palo en la rueda en la consecución del objetivo final perseguido, que no es otro que la venta de vehículos que no emitan gases contaminantes por el tubo de escape en 2035.
Esta nueva normativa sigue la pauta habitual de la Unión Europea de introducir nuevas exigencias a los motores de combustión en materia de emisiones contaminantes. La introducción de las diferentes normativas Euro para limitar las emisiones de los vehículos ha supuesto una reducción muy significativa de las emisiones de NOx de los vehículos en un 90% y una reducción de las emisiones de partículas en un 99% desde el primer nivel al actual (Euro 6d). Sin olvidar que Europa cuenta con los test de homologación más estrictos a nivel mundial y que miden las emisiones en condiciones reales de conducción.
La nueva propuesta de normativa Euro 7 vuelve a plantear, otra vez, una reducción de emisiones que supondría la introducción de nuevos sistemas que hagan más limpios los motores de combustión. Pero parece no tener en cuenta que hace apenas unos meses la propia Unión ha acordado el fin de esos motores de combustión en 2035. En este nuevo escenario, el objetivo de los fabricantes europeos ha de ser focalizar sus inversiones para cumplir el mandato para 2035 de no vender vehículos que emitan, pero no detraer inversiones financieras y operativas para tecnologías (combustión) que ya están extraordinariamente optimizadas y tienen su fin anunciado. Las inversiones necesarias para cumplir con la norma Euro 7 serán muy relevantes pues suponen un reto tecnológico excepcional, con el añadido de que, al tener fecha de caducidad, serán difícilmente amortizables.
No es el momento de distraer esfuerzos si de verdad queremos conseguir el objetivo de 2035.
«La deducción del IVA en la compra de vehículos electrificados que aplica Portugal, mejorar el tratamiento de la retribución en especie por disfrute de vehículos electrificados (como Alemania) o recuperar la deducción en el Impuesto de Sociedades, que tienen incluso algunas CCAA en España, son algunas de las medidas que ya existen y que ANFAC demanda»
José López-Tafall
Debemos tomar medidas más profundas para acelerar las ventas de electrificados y hacer nuestro mercado atractivo para las nuevas inversiones. Y, en paralelo, hemos de evitar distracciones que penalicen nuestra posibilidad de realizar la transformación industrial por la que estamos peleando, pues competimos con grandes países con más recursos públicos. En ese contexto, normas como la propuesta Euro 7 pueden suponer un riesgo muy elevado para nuestras fábricas.
Es necesario una apuesta urgente y decidida a favor del vehículo electrificado. Nos estamos quedando atrás si queremos resultados diferentes hemos de hacer cosas diferentes, y seguir lo que hacen los países líderes. Desde ANFAC hacemos propuestas y animamos. Porque no podemos perder 2023.