Tribuna de opinión del presidente de ANFAC, Wayne Griffiths, publicada en el Especial 38º aniversario de Expansión el 27 de mayo de 2024

La industria del automóvil es uno de los pilares de la economía española. Genera alrededor de dos millones de empleos, representa el 10% del PIB y, en 2023, aportó un saldo positivo de 19.000 millones de euros a la balanza comercial. España es el segundo fabricante de automóviles en Europa y el octavo en el mundo, y ha sabido ser competitivo, pero ahora tiene grandes retos. En 2035 solo podremos vender coches con cero emisiones, y esto supone una disrupción para el sector del automóvil en general y, en particular, para España.

En Seat, estamos trabajando para convertir a España en un hub del vehículo eléctrico en Europa. En una etapa de disrupción, palabras como proteger, defender y mantener significan desaparecer y, por eso, en 2021 definimos un objetivo ambicioso: electrificar nuestra empresa y poner a España sobre ruedas eléctricas.

«En 2035 solo podremos vender coches con cero emisiones, y esto supone una disrupción para el sector del automóvil en general y, en particular, para España.»

Wayne Griffiths

En los últimos tres años hemos avanzado mucho. El Grupo Volkswagen, PowerCo y Seat, junto con nuestros proveedores y socios, estamos invirtiendo 10.000 millones de euros en el proyecto Future: Fast Forward, la mayor inversión industrial en la historia de España. Future: Fast Forward tiene un impacto directo en más de 145.000 puestos de trabajo, y es un ejemplo de cómo empresas de todos los sectores y tamaños somos capaces de unirnos para impulsar el vehículo eléctrico.

Hoy, podemos decir que ya estamos cumpliendo con las inversiones, con el desarrollo de los nuevos automóviles eléctricos y con las obras en las fábricas, como la nueva planta de ensamblaje de baterías en Martorell (Barcelona) para la producción de los nuevos Cupra Raval y Volkswagen ID. 2all. Hace tres décadas,la construcción de la fábrica de Martorell representó la mayor inversión realizada hasta entonces por una marca de coches en España. Y en este momento estamos invirtiendo más de 3.000 millones de euros para electrificar Martorell, ¡el doble de lo que costó construirla!

Compromiso del Gobierno

Nuestra apuesta por la electrificación y la descarbonización es muy sólida. Ahora necesitamos el mismo compromiso por parte del Gobierno. España se ha quedado atrás en la venta de coches eléctricos y en la red de puntos de recarga. Y, como hemos dicho en más de una ocasión, necesitamos que genere un proyecto colectivo que transmita ilusión y confianza en el futuro económico e industrial para impulsar el automóvil eléctrico.

Es decir, necesitamos que España apueste claramente por la movilidad eléctrica, que mejore la infraestructura de recarga y que facilite el acceso a los coches eléctricos con un verdadero plan de incentivos fiscales. Y, en paralelo, que haga más pedagogía para animar al ciudadano a comprar vehículos eléctricos.

«Necesitamos que España apueste claramente por la movilidad eléctrica»

Wayne Griffiths

En resumen, necesitamos menos palabras y más hechos para recuperar el tiempo perdido respecto a países como Alemania, Francia y Portugal. El Gobierno debe pasar de las promesas incumplidas a los planes concretos.

A esta situación se añaden las dificultades que la industria europea del automóvil está teniendo. Mientras Europa sigue centrada en fijar obligaciones y multas, Estados Unidos y China incentivan a su industria para liderar la nueva era de la automoción. Europa debe colaborar con el sector del automóvil para alcanzar los objetivos definidos en el Green Deal. Necesitamos una política industrial más cohesionada y ambiciosa, en el marco de los valores europeos que nos unen, basada en la colaboración entre los diferentes gobiernos, la industria y también con la sociedad.

«Mientras Europa sigue centrada en fijar obligaciones y multas, Estados Unidos y China incentivan a su industria para liderar la nueva era de la automoción»

Wayne Griffiths

En definitiva, queremos que España se convierta en un hub de la movilidad eléctrica en el continente europeo, y nuestros competidores están apoyando con fuerza su industria. Por eso, urge tomar medidas ya. En el contexto actual de disrupción, debemos estar más comprometidos y unidos que nunca.

El futuro de la industria del automóvil en España está en juego. No hay plan B.