La industria y el sector de la automoción lleva años comprometida con la descarbonización, de cara a cumplir los objetivos europeos de alcanzar la neutralidad climática en el parque automovilístico en 2050. La aprobación de Ley de Cambio Climático y Transición Energética supuso acordar a nivel legal unos objetivos que el sector ya estaba impulsando a nivel empresarial. Desde esa visión, nos da un horizonte de certidumbre regulatoria, pues no hay nada más perjudicial para el sector que la incertidumbre.

«La industria y el sector de la automoción lleva años comprometida con la descarbonización, de cara a cumplir los objetivos europeos de alcanzar la neutralidad climática en el parque automovilístico en 2050»

José López-Tafall – Director general de ANFAC

En este sentido, el establecimiento de zonas de bajas emisiones para todos los municipios de más 50.000 habitantes es una medida a la que no nos hemos opuesto, pues entendemos que puede ser de gran ayuda especialmente en los municipios con problemas de calidad del aire. Desde el sector venimos pidiendo hace tiempo que se desarrollen unas directrices mínimas que sirvan de orientación para las ciudades, para que las normas sean coherentes en todos los sitios, comprensibles y accesibles para los ciudadanos. Obviamente, luego corresponderá a cada municipio plantear el contenido concreto de su propia Zona de Bajas Emisiones, tanto por el necesario respeto a la autonomía municipal como por el hecho evidente que los problemas de calidad del aire no son los mismos.

Desde ANFAC defendemos que, como es lógico, las restricciones se enfoquen en el parque más contaminante, y que esta discriminación se haga en función de una herramienta común que funciona bien, las etiquetas de la DGT. Hay que tener en cuenta que los vehículos sin etiquetado medioambiental o B contribuyen al 93% de las emisiones contaminantes y representan el 68% del parque circulante.

«Desde ANFAC defendemos que, como es lógico, las restricciones se enfoquen en el parque más contaminante, y que esta discriminación se haga en función de una herramienta común que funciona bien, las etiquetas de la DGT»

José López-Tafall – Director general de ANFAC

Además, las medidas de restricción de acceso en las ZBE deben adaptarse a la diversidad de personas, economías, tecnologías y tipologías de las ciudades. A modo de ejemplo, no podemos diseñar Zonas de Bajas Emisiones donde no haya cabida para la actividad económica, pues el intercambio económico y comercial es la esencia misma de la existencia de las ciudades.

El modelo de ANFAC, nuestra hoja de ruta AUTO 2020-40 para llegar a estas cero emisiones en parque en 2050, pasa por achatarrar 19 millones de vehículos de más de 15 años y sustituirlos por 14 millones de vehículos nuevos, de los que siete millones tendrían que ser electrificados. Es necesario, para impulsar la electrificación y alcanzar nuestros objetivos de descarbonización con industria y empleo, que se achatarren estos vehículos y se den paso a otros más eficientes.

Este paso ha de hacerse sin embargo apoyando a las familias que mantienen sus vehículos más viejos porque no pueden afrontar el cambio a uno nuevo. Por eso, las zonas de bajas emisiones pueden ser un revulsivo y un acicate a la renovación, pero tienen que venir acompañadas de otras medidas en fiscalidad y otras iniciativas en impulso a la instalación de infraestructuras de recarga que faciliten a todos los ciudadanos su opción por la electrificación.

De este modo, llegaremos a nuestros compromisos de descarbonización garantizando la libre movilidad de los ciudadanos, con un mercado fuerte y una industria de futuro, que siga generando empleo de calidad. Nos encontramos en el camino correcto, pero todavía nos queda mucho por recorrer.

«Nos encontramos en el camino correcto, pero todavía nos queda mucho por recorrer»

José López-Tafall – Director general de ANFAC