Tribuna de Wayne Griffiths, presidente de ANFAC, publicada en el especial 44 aniversario de Cinco Días el 30 de junio de 2022

Imagen de Freepik

Las marcas de automoción estamos construyendo la movilidad del futuro desde hace ya más de una década. La transformación hacia la nueva industria de la movilidad es ahora nuestro reto, para ser también proveedores de servicios de movilidad. Y siempre bajo dos grandes ejes de esta transformación: la descarbonización y la digitalización.

Atravesamos una etapa desafiante, con la pandemia y sus consecuencias directas tanto para la sociedad en su conjunto como para el sector de la automoción, a través de la crisis de microchips y el desabastecimiento de componentes básicos. Pero, aunque esos factores han condicionado el ritmo de producción y de mercado no van a frenar nuestra transformación. La sociedad no ha parado, sigue teniendo necesidades que han de ser cubiertas. Necesidades como su movilidad diaria. Y es aquí donde la automoción ha sabido adaptarse y avanzar, como siempre, en el desarrollo de soluciones de movilidad eficientes, asequibles y sostenibles.

«La sostenibilidad y la descarbonización son un compromiso de toda la sociedad y, en el sector de la automoción, ya estamos liderando esta transformación»

Wayne Griffiths

La sostenibilidad y la descarbonización son un compromiso de toda la sociedad y, en el sector de la automoción, ya estamos liderando esta transformación. Nos enfrentamos a unos exigentes objetivos de reducción de emisiones que han acelerado la entrada de tecnologías de cero y bajas emisiones, donde el vehículo electrificado se ha establecido como la principal herramienta. No podemos olvidar, sin embargo, que además de la electrificación, todo vehículo nuevo, independientemente de su tecnología, ya es una respuesta eficiente y sostenible para afrontar la descarbonización.

El cambio tecnológico no ha de suponer un riesgo para la automoción, sino una oportunidad para toda la nueva industria de la movilidad. Desde el ámbito regulador se ha de ser consciente de que hemos de garantizar el futuro de una industria que en España genera el 9% de empleo sobre la población activa y el 10% del PIB. Y que puede seguir creciendo, tal y como marcamos en el Plan automoción 2020-40, con la entrada de nuevos agentes y empresas. Para ello no basta con desear: son necesarias políticas y herramientas ambiciosas, tanto como los objetivos exigidos.

La electrificación ya es un hecho, tanto para la industria como para la sociedad, pero no va a ser un proceso inmediato. La transición hacia esta electrificación debe ser ordenada, conjunta con las administraciones y donde el sector no sea el único que empuja y pone recursos. Porque esta transformación debemos conseguirla fijando también como objetivo mantener el empleo y la industria que ya tenemos y, en paralelo, conservando el derecho a tener una movilidad individual libre de elección y acceso para todos los ciudadanos. La movilidad del futuro no se ha de definir por imposiciones sino como respuesta a las necesidades de los ciudadanos. Ha de ser una movilidad en la que cualquier ciudadano elija como moverse, y la ejerza con vehículos cada vez más limpios y sostenibles.

«La movilidad del futuro no se ha de definir por imposiciones sino como respuesta a las necesidades de los ciudadanos»

Wayne Griffiths

En esta transformación de la industria de la movilidad tenemos en el PERTE VEC una palanca necesaria, y muy bienvenida, para poder acometerla, pero no la única. Este plan es solo una etapa de esta transición ya que tiene que venir acompañada por medidas adicionales en materia industrial, fiscal y regulatoria que nos permitan impulsar la descarbonización y la digitalización y ser una oportunidad de empleo para las nuevas generaciones. Y aquí hemos de acelerar mucho y ser más contundentes si queremos tener una posición de liderazgo europeo también en la etapa de descarbonización.

La movilidad del futuro es, hoy, un reto en nuestro entorno europeo y no podemos permitirnos ceder ni la competitividad ni la posición como segundo fabricante a nivel europeo que hemos alcanzado en las últimas décadas. Ahora es el momento: no tenemos un plan B, pero la industria sí está preparada para jugar y salir a ganar.

Tu opinión es muy importante para nosotros
¿Te ha resultado útil esta información?
1 estrella2 estrellas3 estrellas4 estrellas5 estrellas (Ninguna valoración todavía)
Cargando...