Autor: José López-Tafall, director general de ANFAC
Esta tribuna se publicó en El Economista el 29 de noviembre de 2021

En quince años, un medio de nueva creación como El Economista ha conseguido convertirse en referencia en su entorno. En quince o 20 años, la industria de la automoción tiene que acometer la transformación más grande de su historia hacia la movilidad del futuro, una movilidad eficiente, inteligente, asequible y descarbonizada. Y debe hacerlo manteniendo el peso del sector en nuestra economía, pues es uno de los principales generadores de empleo e inversión de España. Desde hace ya más de una década, la automoción española está ya trabajando en esta transformación, para cumplir con los objetivos europeos de alcanzar un parque automovilístico cero emisiones en 2050. Pero para llegar ahí, antes, en 2040 según nuestra Ley de Cambio Climático y Transición Energética, todas las matriculaciones de vehículos nuevos han de ser cero emisiones. Exigente y alcanzable, pero solo si ponemos las herramientas necesarias.

«En quince o 20 años, la industria de la automoción tiene que acometer la transformación más grande de su historia hacia la movilidad del futuro, una movilidad eficiente, inteligente, asequible y descarbonizada»

José López-Tafall – Director general de ANFAC

Somos conscientes del papel que jugamos para la sociedad en la lucha contra el cambio climático y la contaminación en las ciudades. El vehículo es y será una herramienta esencial para la movilidad, ya sea de las grandes urbes o de la España vaciada y tenemos la obligación de reducir los impactos negativos del transporte. Estamos haciendo nuestros deberes. En los últimos 15 años, hemos creado el mercado de vehículos cero y bajas emisiones y ahora mismo, hay más de 180 modelos en el mercado. Sin fabricar ni un vehículo de estas características hace 15 años, la producción de vehículos electrificados de 2021 ya supone el 10% de toda la fabricación española.

En paralelo, sabemos que es el ciudadano el que va a definir, con sus usos, necesidades y demandas la movilidad del futuro. Ante este escenario, la automoción ha sabido adaptarse a un nuevo rol que pasará de ser meramente fabricantes de automóviles a ser también proveedores de servicios de movilidad.

Pero el sector necesita más apoyo en este camino. Somos el eje central del nuevo ecosistema de la movilidad y estamos liderando la transformación, con nuevas inversiones y modelos. Pero si queremos avanzar los plazos, necesitamos más herramientas y compromisos del resto de agentes, en forma de políticas y herramientas concretas. Si todos, Administración, empresas y sociedad trabajamos en esa dirección, en 15 años veremos a la industria de la movilidad seguir siendo uno de los pilares de la economía española y su capacidad de generar riqueza y empleo.